Para entender la importancia que tiene la gestión de la calidad en las organizaciones primero definamos qué se entiende por calidad. Según la Real Academia Española (RAE), calidad es una “propiedad o conjunto de propiedades inherentes a algo que permiten juzgar su valor”, hace referencia a la superioridad o excelencia de algo.
En las organizaciones gestionar correctamente la calidad se traduce a grandes rasgos en mayor rentabilidad, gracias a la entrega oportuna y eficiente de servicios y productos y a la consecuente satisfacción de los clientes.
Pero si vamos más a lo específico, debemos considerar que para tener ese resultado primero debe existir calidad en el trabajo que desarrollan los colaboradores, calidad en el servicio entregado a los clientes internos y externos, calidad en los canales informativos de cara a los stakeholders, calidad en los procesos, calidad de los sistemas, calidad en la definición de los objetivos y así sucesivamente.
Los principales beneficios inherentes a la gestión efectiva de los procesos de calidad en las empresas son:
- Reducción de costos.
Al lograr la estandarización de los procesos los costos se reducen significativamente, debido a que ya no se tendrá que invertir tiempo adicional en reprocesos ineficientes. De esta forma, se puede invertir el tiempo obtenido en la innovación de nuevos productos u optimizar los procesos de producción; se logrará además un ahorro en la cantidad de insumos y en los gastos de servicios asociados como electricidad, agua, entre otros.
- Precios más competitivos e innovadores
Como consecuencia lógica de la reducción de los costos de producción, menor utilización de materias primas, disminución de los reprocesos y una reducción del desgaste humano, el nivel de productividad e innovación se incrementa considerablemente. Esto permite eventualmente ofrecer precios más competitivos con respecto al mercado.
- Presencia en el mercado.
Teniendo la posibilidad de entregar productos y servicios innovadores y efectivos, desarrollados en base a procesos y estándares claros de calidad, los clientes generarán confianza hacia la marca y como consecuencia al mercado en su conjunto.
- Sustentabilidad
Gracias a las ventajas anteriormente enumeradas, la empresa tendrá muchas más oportunidades de permanecer en el tiempo y de fidelizar a todos los stakeholders de la compañía: clientes, proveedores, colaboradores, accionistas, etc. Este mismo crecimiento generará más puestos de trabajo e incrementará las utilidades.
En definitiva, la incorporación de sistemas de calidad a los procesos empresariales impacta positivamente no solo en la satisfacción del cliente, sino que propicia una máxima productividad e identidad de parte de los colaboradores, conformando una cultura organizacional basada en la excelencia.
Inicios de la estandarización
Tiende a creerse que la gestión de la calidad de las empresas es intrínseca con su funcionamiento. No obstante, durante muchos años se desarrollaron e implementaron fórmulas, procesos y criterios que variaban en función de cada organización.
Fue recién finalizada la Segunda Guerra Mundial, cuando se puso especial énfasis en desarrollar la Gestión de la Calidad como disciplina específica. Así, comenzaron a crearse normas estandarizadas de procesos que serían posteriormente aplicados a nivel global y que servirían como garantía de calidad.
Esta dinámica, impulsó a delegados de 25 países a reunirse en el Instituto de Ingenieros de Londres en el año 1946, con la finalidad de crear una nueva organización internacional que rigiera la coordinación y la unificación de estándares industriales.
Es precisamente en esta histórica reunión, cuando nace la Organización Internacional de la Normalización (ISO, por sus siglas en inglés), un organismo especializado que hasta el día de hoy ha publicado más de 22.336 Normas Internacionales que cubren casi todos los aspectos de la tecnología y la fabricación.
Esta importante organización, hoy conocida a nivel mundial como referencia y garantía en materia de calidad, tiene su Secretaria Central en Ginebra, Suiza y posee miembros de 162 países.